(...) En Spectrum, Oscar Molina, un jóven fotografo madrileño, expone ni más ni menos, una caja de acuarelas fotografiada en blanco y negro, que a continuación desarrolla en una serie de fotografías de cada una de las pastillas a su mismo tamaño diminuto, cada una con el nombre del color correspondiente, pero siempre en blanco y negro.
Retoma de nuevo el tema conceptual del color -tambien desde el blanco y negro- en otra serie titulada "19 pinturas", que son otros tantos viejos lápices de pintar, fotografiados individualmente como lo que son : el mismo único lápiz, pero distinto en cada toma.
Esta propuesta conceptual tan sugestiva de prescindir del color en los objetos en los que constituye su naturaleza intrínseca, o que están hechos para crearlo con toda la variedad de sus matices, y sustituirlo por este ejercicio poético, va, por supuesto, mucho más allá de la representación fotográfica. propone al visitante una nueva realidad, reducida exclusivamente a su significado intelectual. (...)
M.G. Guatas
Diario ARTE, Zaragoza, 1992.