Una fotografía más

(…) Estas fotografías, voluntariamente imperfectas, confieren una forma de visibilidad a la duración. Lo que le interesa a Óscar Molina es, según sus palabras, el «momento intersticial» de la toma. Debe entenderse seguramente que busca captar el instante durante el cual nada importante le detiene, ya que ningún acontecimiento importante se está produciendo. La paradoja sólo es aparente. El fotógrafo gusta de referirse a la música: algunas de sus imágenes muestran un intervalo, el que existe entre dos sonidos y al que el aficionado no presta una verdadera atención. La sucesión temporal es la regla para los dípticos y trípticos, bastante frecuentes en la obra de Molina. El intervalo es a veces muy breve cuando hay unidad de lugar. Por el contrario, otras imágenes presentan tales cambios –de tema, de encuadre, de punto de vista, etc.– que resulta muy difícil apreciar el desvío entre las diferentes tomas. Dicho de otro modo, el momento intersticial aparece unas veces como lo que separa los clichés, y otras como lo que los une. En las dos fotografías que componen Petite histoire du temps (no es un díptico), ¿estamos seguros de hallar mentalmente la duración que necesitó esa «golondrina» hasta desaparecerse del objetivo? (...)

Natacha Pugnet
Texto para el libro: Fotografías de un diario. Caja San Fernando. Sevilla, 2004.

textos
> volver
> www.oscarmolina.com
hallar las siete diferencias