Para hacer estas fotografías he caminado por bosques y laderas, imágenes halladas entre grandes montañas, en las salas de un museo o en los puestos del mercado de los domingos. He escuchado el silencio en claustros de iglesias románicas, visitado ermitas solitarias y perdidas en la última cima, cruzado de lado a lado el puerto viejo de la ciudad de Marsella, centenas de personas entre sus calles, miles de gaviotas sobrevolando los mástiles de los grandes veleros.
11/12
Petite histoire du temps, ©OM